Aburridos de las mismas caras

Luego de entregas y el conocimiento público de encuestas y sondeos, sobre la percepción ciudadana, frente a la figura de nuestra clase política y sus respectivos desempeños. Nos encontramos con números y estadísticas nefastas, sobre todo en materia de representatividad.  Pero, ¿Qué está pasando realmente? Académicos y expertos, sin duda que podrán hacer análisis técnicos y profundos, de las cifras y perspectivas propiamente tal, pero a marcos generales, se puede sacar al menos una conclusión clara, la sociedad, está cansada de ver siempre a las mismas caras en los pasillos del congreso y la moneda, ejerciendo un poder y llevando al país por donde ellos quieren, sacando ventajas personales, y terminando por ayudar a unos pocos.

Podemos ver, como existe un amplio rechazo ya sea a la labor del gobierno como de la oposición. Donde se ve que las ideas de la sociedad, no están siendo realmente representadas por ninguna de las 2 bancadas.  Pero esto no presenta una crisis en la representatividad de los partidos o coaliciones, sino que de la clase política en particular, las personas que en ella participan. Por una parte, tenemos ambos sectores con pésima aprobación, pero figuras de estas mismas bancadas, tienen un amplio respaldo popular, con cifras que superan el 70% como lo son Bachelet y Golborne, seguidos de importantes figuras  de partidos políticos como lo es Carolina Toha. Lo importante de estas caras, es que son relativamente “nuevas” en política, y no volvemos a los mismos rostros antiguos, como Lavín, Escalona, Andrade, Novoa, entre otros, generando un respaldo a estos nuevos personajes, y baja aprobación, a los parlamentarios, gobiernos y bancadas con imágenes antiguas.  La explicación, puede ser la necesidad de credibilidad hacia personas que hagan en verdad lo que dicen que harán, llevando los requerimientos  y necesidades de la gente que los eliges a las instancias necesarias, y no por una tradición o interés personal.

Finalmente, no deja de ser interesante,  si se suma el apoyo de Lavín y Pñera, nuevamente suman lo mismo que la concertación. Hay cosas que no cambian!